martes, 21 de agosto de 2012

Escapada con niños a Fornillos de Fermoselle, Zamora.


   En agosto he disfrutado unos días junto con mi mujer y mis hijos de 5 y 4 años de una pequeña casa rural en Fornillos de Fermoselle, ZamoraLa casa de los arribes.

   De entre las casas que disponen en la localidad, estuvimos en la Casa Cuadra, compuesta de planta baja con salón-cocina y baño y buhardilla con cama de matrimonio y dos camas sencillas, alojamiento típico rural con mobiliario restaurado pero con todo el equipamiento necesario, jardín y mobiliario de jardín. Junto a la casa un corral con burros, a los que nos niños engordaron dándoles continuamente comida.

   La localidad dispone del encanto de una localidad típica de los Arribes del Duero, su arquitectura de pieda, un pequeño bar-tienda donde podréis tomar algo, una quesería, donde probar y comprar queso y vino, y una tienda donde degustar y comprar mermeladas artesanales.

Arribes del Duero

   En los alrededores no hay que perderse el Parque Natural de los Arribes del Duero, sus miradores y paseos en barco, así como las localidades de Fermoselle, en Zamora, y Miranda do Douro, en Portugal. Disfrutamos de Fermoselle en fiestas con actividades para los niños en su bonita plaza.

Fermoselle, Zamora

Miranda do Douro, Portugal



jueves, 16 de agosto de 2012

Cena para dos en la Taberna Los Gallos, Madrid.

   Cena para dos, sin niños, en la Taberna Los Gallos, situada en la calle Puigcerdá 4, en pleno barrio de Salamanca, con un agradable paseo antes o después de cenar.

   Si visitamos su web, vemos un local de cuatro plantas que oferta cuatro ambientes diferentes, en la realidad no se aprecian grandes diferencias, aunque cabe destacar el ático, con un mobiliario diferenciado y por techo el cielo de Madrid, que no las estrellas.

Taberna Los Gallos, Madrid

 
   Local cuidado en los detalles, trato profesional y variada carta. Compartimos la ensalada Los Gallos, probamos el ceviche de corvina con aguacate y el plato del día que era rape a la naranja, de postre helado de turrón, por falta de gulas de chocolate y tarta fina de manzana, que era lo que realmente nos apetecía, ya que de ambos teníamos buenas referencias, así como de su natroz (natillas y arroz con leche), junto con vino blanco de Rueda, Vega de la Reina. La cuenta quedó entorno a 55 €.

   En resumen, repetiremos, digno de recomendar, sobre todo para parejas, buena relación calidad precio por lo que le puntuaremos con 7.