En el puente del día del padre, en marzo, nos hemos decidido a hacer una escapada de esquí a la estación de Gourette, Francia.
Lo cierto es que en el puente de febrero habíamos planificado una escapada a Formigal, pero un incidente con la moto, veinticuatro horas antes, lo fastidió.
Gourette se encuentra en la cara norte de los Pirineos, tras cruzar por el Puerto de Portalet, Huesca, es decir, al otro lado de Formigal, a unos 45 minutos de esta.
Nos hemos alojado en la localidad de Eaux-Bonnes, en los apartamentos Résidence du Parc, a 9 kilómetros de la estación, que en su día fue un centro termal de refencia, y yo diaría que a día de hoy venido a menos.
La estación es pequeña, 37 pistas y 39 kilometros, pero bonita, enclavada en una zona montañosa muy atractiva. En una de su pistas esquiarás junto a una pared vertical de soprendente tamaño.
De la localidad poco te puedo decir, pero poco poco, un pequeño bar y un pequeña tienda de alimentación. Su puntos fuertes, un pequeño paseo a un par de miradores y un paseo más largo y atrevido adentrandote en el bosque.
Como la localidad ofrece poco, debes bajar al siguiente pueblo, Laruns, situado a 6 kilómetros. Este tiene una buena oferta gastronómica en la Place de la Mirie. L`Estive ofrece una carta muy interesante donde deberías probar la fondue 5 fromage y la raclette. En Le Pamplona opta por hamburguesa o pizza.
En esta vida hay que probar de todo y escaparte a Francia a esquiar ha sido una experiencia agradable, el paisaje, los pueblos, la estación y la gastronomía te recuerdan que no estas en España.
Por otro lado, una escapa con la familia Santos - Calle es siempre un placer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario