Hace poco pagamos unos 80,00 € en una cena para dos de la que tan solo
recuerdo que el plato principal era
risotto, o lo que es lo mismo, por unos platos que ni frío ni
calor. Hoy te contamos algo diferente y novedoso, igualmente para dos, donde
todos los platos nos han sorprendido y donde la cuenta nos ha fascinado,
quedando por debajo de 60,00€.
Se trata de Yakitoro, que cuenta con dos establecimientos en Madrid. En nuestro
caso estaba claro, aparcar en Tribunal, paseo por la calle Fuencarral, para acabar visitando
el local de la calle Reina 41.
Dice su web que Yakitoro es la fusión de las palabras
yakitori, brocheta tradicional japonesa, y toro, animal y símbolo español más
reconocido internacionalmente. De esto deduces, que lo que encontrarás en su carta
es la fusión de estas dos gastronomías.
Del local sorprende a primera vista dos cosas,
la presencia de la parrilla de carbón en el centro de la sala, y las cervezas
en hielo picado en medio de las mesas.
El modo de
pedir recuerda al restaurante Ochenta Grados Malasaña y sus miniplatos, donde
debes ordenar un par de primeros y un par de segundos por persona. En Yakitoro
tu camarero te aconsejará que puedes pedir un primero para compartir, un
yakibocata, realizado con pan blanco al vapor y cuatro o cinco brochetas, una de cada
sección, de la tierra, del agua, de la granja y de la finca.
Me temo que me ha gustado tanto que a estas alturas ya he ido un par de veces. Gracias Ángel por el descubrimiento, como este los que quieras. En mi segunda visita preferí ir acompañado de una preciosidad y hemos descubierto la ensalada de espinacas, queso manchego y
salsa cremosa de tofu y hierbabuena, y los yakitoros de: boquerones fritos en
tempura con aderezo de ñoras dulces, buñuelos de bacalao con mahonesa de yuzu y
chili, pollo lacado con salsa barbacoa china y guacamole, y pato confitado y
crujiente con espinacas y naranja.
Si los platos
nos han sorprendido muy gratamente, he de reconocer que los postres nos han
dejado con la boca abierta, en esta ocación, yakitoro de algodón de azúcar y toques
de cítricos y cookie de dos chocolates y helado de vainilla. Encontrar una carta con vino blanco Monterrei también fue una agradable sorpresa, Benito Santos Godello.
Aprovechando
que es verano, el punto y final no lo hicimos acostándonos con Óscar, "DO
YOU WANT TO SLEEP WITH ME", pero sí tomándonos una copa con él. En la
terraza del Hotel Óscar, Plaza de Pedro Zerolo 12, disfrutamos de sus vistas al
Edificio Fundación Telefónica, primer rascacielos de Madrid, y al Palacio de
Comunicaciones, actual sede del Ayuntamiento de Madrid, junto con una Nordes en la mano y escuchando buena música.
Como me echaron
por cara, me faltó valor para haber cerrado un plan perfecto, cena, copa y
habitación en el hotel, atrévete tu y cuéntamelo.
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