La mayoría de los padres se quejan de tanto burguer. Nuestro caso varía algo, al niño le encanta la carne roja y a la niña los costillares.
Con el descubrimiento de Steak Burger los enanos están encantados. En esta ocasión nos hemos topado con el de Calle Luchana, no se encuentra en nuestra zona de confort, Malasaña, pero está a escasos metros.
Lo cierto es que nos dirigíamos a La casa de la tortilla, a por su delicioso arroz con bogavante, pero mira tú por donde, los domingos cierra. Como habíamos pasado por la puerta del Steak Burger, y los enanos no olvidan, este resultó ser un buen plan B.
Los adultos pedimos, como cuarentones que somos y que intentamos no deteriorarnos mucho más, ensalada de queso de cabra y hamburguesa de quinoa.
Los niños se tiraron a por sus favoritos, entrecot de ternera y barbacue honey ribs.
No hay una buena comida sin un buen postre, por lo que el punto y final estuvo a cargo de un brownie. Ninguno de los platos defraudó y todo estuvo fenomenal una vez más. Buena relación calidad precio y un servicio correcto.
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