Volver a Huesca siempre es un placer, el Valle de Tena un acierto seguro, y elegir Biescas está empezando a ser una adicción, aunque de momento controlada. Entre nuestros siguientes pasos han de estar los de solicitar el título de biesquense y esperar que nos toque la lotería ...
Tanto va el cántaro a la fuente, que al final se queda sin alojamientos nuevos que descubrir. Pero en esta ocasión, preparando una escapada con la family, para esquiar como no, nos hemos topado con un alojamiento nuevo, Casa Peinón.
La casa rural se encuentra situada, en la orilla oeste del Río Gallego, o lo que es lo mismo, en la zona contraria al centro, pero a escasos minutos. Su dueño la definió como "laberíntica", e igual no le falta razón, en cualquier caso muchas escaleras y calle peatonal, pero lo compensa con espacios muy amplios, cosa de agradecer cuando se trata de un grupo de ocho personas, y con lo bien equipada que está.
Casa Peinón se encuentra dividida en tres plantas, en la baja podemos encontrar un amplio recibidor, cocina, salón con chimenea y patio interior; en la primera, dos dormitorios, uno de ellos con salón y chimenea (ideal para encerrar a los niños con pan y agua), y un baño; en la segunda nuevamente dormitorio y baño; en la tercera el último de los dormitorios.
Por lo que respecta a Biescas, pocos descubrimientos nuevos. Los niños eligieron Pizzería la Tea, los adultos Taberna Forato, y hubo que cubrir el antojo de torreznos de Rosa, en la Taberna Holandesa Gouda.
Lo mires como lo mires sigo enamorado del Valle de Tena y volveremos.
Se me olvidaba, de esquiar en Formigal ni hablamos ...
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