Están próximos a cumplirse los 20 años desde la última vez que visitamos Asturias, en aquella ocasión en el Concello de Cangas. ¡Ya era hora de repetir!, esta vez al Concello de Grado, situado en el sur de la comunidad.
Nos hemos alojado en la Casa rural Ca´ La Roza, ubicada en la localidad de Sorribás, desde ella hemos intentado y realizado algunas de nuestras escapadas para conocer la zona.
De la localidad de Grado marcan como visitas obligatorias su mercadillo tradicional, donde podrás comprar productos típicos, y su Museo Etnológico, donde conocer las costumbres del lugar, sus oficios y peculiaridades. Desde aquí también parten algunas rutas, en nuestro caso, Ruta en torno a la Parroquia de Castañedo, por campos, bosques y pueblos cercanos, y Ruta de los pueblos deshabitados de Grado, donde ver la arquitectura tradicional asturiana.
Nos animamos a ir a conocer Cudillero, recomendación que nos habían hecho en innumerables ocasiones, pasando finalmente el día en la Playa del Aguilar, aquí disfrutamos todos de unas estupendas fabes con almejas en el Hotel Azpiazu.
Otra escapada que organizamos fue para realizar la Senda del Oso, desde su inicio en la localidad de Tuñón hasta el cercado de las osas, donde podrás ver algún ejemplar que tras sufrir un accidente no ha podido ser introducido de nuevo en su habitat.
Nuestro guía local, Ángel Montes, nos insistió encarecidamente que realizáramos la ruta de las Brañas de La Ponacal, desde la localidad de Villar de Vildas. Núcleos compuestos por cabañas de ganado y viviendas de vaqueros trashumantes, cien por cien Asturias dijo nuestro guía. A la finalización parada estratégica para comer en Belmonte, en el Restaurante Gran Hotel Cela, los mayores fabada y los pequeños chuletillas de cabrito y filete de ternera. En esta localidad también podrás visitar el centro de interpretación La Casa del lobo y la posterior visita a un cercado donde apreciar algunos ejemplares.
Una escapada interesante también ha sido la visita al Cabo de Peñas, inmejorables vistas, prados verdes a tu derecha y acantilados escarpados a tu izquierda, con otra parada estratégica para pasear por Avilés y cenar en la sidrería Tierra Astur, poseen una impresionante carta de gastronomía asturiana.
Si el paisaje asturiano en torno al Parque Natural de Somiedo nos ha dejado con la boca abierta, lo cierto es que su gastronomía nos ha obligado a cerrarla. Hemos disfrutado comiendo en pleno agosto fabes con almejas, fabada, y pote con berzas; descubierto panes elaborados con escanda, cereal de invierno de la zona; disfrutado con postres como los frixuelos y las casadielles, sin olvidar el arroz con leche; degustado preñados de chorizo, quesos como las variedades de Afuega´l Pitu y Cabrales y probado el chosco, embutido compuesto por lomo y lengua.
Una semana estupenda recorriendo a fondo un pedacito de Asturias. Nos comprometemos a no tardar otros 20 años en subir, inigualable paisaje y gastronomía.
Nos animamos a ir a conocer Cudillero, recomendación que nos habían hecho en innumerables ocasiones, pasando finalmente el día en la Playa del Aguilar, aquí disfrutamos todos de unas estupendas fabes con almejas en el Hotel Azpiazu.
Otra escapada que organizamos fue para realizar la Senda del Oso, desde su inicio en la localidad de Tuñón hasta el cercado de las osas, donde podrás ver algún ejemplar que tras sufrir un accidente no ha podido ser introducido de nuevo en su habitat.
Nuestro guía local, Ángel Montes, nos insistió encarecidamente que realizáramos la ruta de las Brañas de La Ponacal, desde la localidad de Villar de Vildas. Núcleos compuestos por cabañas de ganado y viviendas de vaqueros trashumantes, cien por cien Asturias dijo nuestro guía. A la finalización parada estratégica para comer en Belmonte, en el Restaurante Gran Hotel Cela, los mayores fabada y los pequeños chuletillas de cabrito y filete de ternera. En esta localidad también podrás visitar el centro de interpretación La Casa del lobo y la posterior visita a un cercado donde apreciar algunos ejemplares.
Una escapada interesante también ha sido la visita al Cabo de Peñas, inmejorables vistas, prados verdes a tu derecha y acantilados escarpados a tu izquierda, con otra parada estratégica para pasear por Avilés y cenar en la sidrería Tierra Astur, poseen una impresionante carta de gastronomía asturiana.
Si el paisaje asturiano en torno al Parque Natural de Somiedo nos ha dejado con la boca abierta, lo cierto es que su gastronomía nos ha obligado a cerrarla. Hemos disfrutado comiendo en pleno agosto fabes con almejas, fabada, y pote con berzas; descubierto panes elaborados con escanda, cereal de invierno de la zona; disfrutado con postres como los frixuelos y las casadielles, sin olvidar el arroz con leche; degustado preñados de chorizo, quesos como las variedades de Afuega´l Pitu y Cabrales y probado el chosco, embutido compuesto por lomo y lengua.
Una semana estupenda recorriendo a fondo un pedacito de Asturias. Nos comprometemos a no tardar otros 20 años en subir, inigualable paisaje y gastronomía.
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