Este fin de semana hemos descubierto un interesante local en el centro de Madrid, junto al metro de Argüelles un amigo nos recomendó un nuevo establecimiento denominado Restaurante Casa Mono.
Lo primero que uno hace es visitar su web, me sorprendió que definieran cinco ambientes distintos, barra, restaurante, terraza, salón privado y cocktelería, no es la primera vez que uno lee aquello de "ambientes distintos" y lo que te encuentras son "rincones distintos", de un metro cuadrado cada uno. Pues en Casa Mono, esto es cierto, aunque he de reconocer que no disfrutamos ni del privado, ni de la cocktelería, y estamos en otoño, por lo que tampoco de la terraza. Por lo que respecta a mis hijos, lo que les llamó la atención es que no había monos en el local, y eso que los buscaron por todas partes.
Desde que llegas impacta su fachada exterior, cuidada al detalle, de un llamativo color verde, mucha forja y enormes ventanales, pero cuando accedes al interior aún sorprende más, con una elegante pero funcional decoración recrea lo que yo diría que es un club de lectura.
Decidimos probar la tempura de verdura, la ensalada césar y el bacalao confitado junto con tinto Martínez Lacuesta. Paras los niños preguntamos por la pasta del día, que aunque tenía buena pinta, estaba acompañada de una salsa con un toque picante, finalmente para no variar, espaguetis con tomate frito
Puntuación, entre seis y siete la comida y entre siete y ocho el local, muy recomendable con niños y para grupos, volveremos seguro.
Aunque el día en cuestión no pudimos hacer más, por culpa de la lluvia, la situación es única para hacer algo más con los enanos, antes o después de comer. Paseando te puedes acercar a Plaza España y de allí al Templo de Debod, y a la espalda del restaurante Paseo de Pintor Rosales y una paseo en el Teleférico.
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