Este fin de semana hemos comido nuevamente en el Bar La Peña de Leganés, comúnmente conocido como el "Bar de los Conejos", que podréis encontrar en la calle peatonal Juan Muñóz número 2.
No tengo dedos para contar las ocasiones en la que he estado comiendo o cenando en este local de toda la vida de Leganés. He estado de niño y de adolescente con mis padres, junto a mi novia, junto a mi mujer y actualmente junto a mis hijos, a los que por cierto les encanta; pero lo peor no es eso, sino que mis padres han estado cuando eran novios, con sus hijos, y ya con sus nietos, y todos lo recordamos del mismo modo, es decir, en más de cuarenta y cinco años, el establecimiento no ha cambiado nada, y cuando digo nada, me refiero a nada, en el más amplio sentido de la palabra. Miento, echo en falta una máquina expendedora de colonia que había en el baño de caballeros, recuerdo que por una moneda de cinco pesetas, la máquina pulverizaba un chorro de colonia.
Por suerte su cocina tampoco ha variado, sus especialidades siguen siendo el conejo y el pollo al ajimoroji, y si te preguntas que es esto, es una variante de al ajillo consistente en flambear la carne una vez frita con ajo, perejil y vinagre.
Aunque ir y no pedir estos dos platos es una locura, lo cierto es que también tienen fama sus raciones de caracoles e higaditos, así como su cochifrito con o sin salsa ajimorijo, de todo ello que puedo dar fe.
Para haceros un idea, conejo, pollo y cochinillo tienen el mismo precio, 15,00 € cada uno de ellos, olvidaros de reservar, si vais más tarde de las 14:00 horas, esperáis cola fijo y hablar de carta de vino, es como hablar de Papa Noel, todo el mundo sabe que existe pero nadie le ha visto jamás, la carne sera maridada con un estupendo vino denominación de origen "de mesa", al que debéis añadir gaseosa si quieres que pase.
En los alrededores se puede disfrutar de una caña en la terraza del Bar La Ñ, justo enfrente y de un café en las terrazas de cualquiera de los locales de la Plaza de la Fuente Honda, además de un paseo por la zona peatonal del centro de Leganés.
¿ Recomendable ?, por supuesto; mantel y servilleta de papel siempre tienen su especial encanto, unido al de comer ayudándose de la pinza indice-pulgar, tan duramente repudiada por el protocolo. Si lo que buscas es cena romántica para dos, este no es el local, por el contrario disfrutarás viendo a tus hijos mojar pan en la salsa y chupandose sus deditos.
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