Restaurante La Cañada, Boadilla del Monte, Madrid.

   El Restaurante La Cañada, de la localidad de Boadilla del Monte, situado en la M-501, kilómetro 2,500, es una estupenda casa situada en la vía de servicio de la indicada carretera, entre la M-40 y la M-50, tras la Ciudad financiera del Santander.

 

   Con un ambiente clásico y familiar, le convierte en una opción para ir con los enanos. Cuenta con unas buenas instalaciones exteriores, incluyendo zona de recreo infantil, para disfrutar en una época menos fría.

   Presumen de su cocido madrileño,cocinado en carbón de encina, así como de sus asados en horno de leña, pero para ser sinceros de lo que por ahora podemos dar fe, es de una tempura de verduras, en la que sorprende junto a la salsa de soja una compota de calabaza, así como de su rabo de toro y su bacalao a la andaluza, lo que significa, a la romana, sobre una cama de verduras.

   Restaurante totalmente recomendable, muy buena calidad en su productos, precio mínimo en torno a 40,00 € por persona. Apto para ir con enanos. Volveremos en verano.

Restaurante Asador El Horno, Madrid.

   El Restaurante Asador El Horno se encuentra en la calle General Rodrigo 5 de Madrid. Por su situación, es un  clásico de comidas de trabajo, presume de su horno de leña, el cual ves, hueles y sientes en la pequeña entrada del local, que comparte con una barra.

   En esta ocasión he disfrutado de su cocina en una comida navideña, con compañeros de trabajo, compartiendo, variado de ibéricos, picadillo de matanza, langostinos cocidos, cogollos de Tudela con bonito, morcilla de Burgos y setas con jamón, finalizando con cordero y cochinillo asado, todo ello con Castillo  de Rioja.  Rematamos con tarta de queso, hojaldre y leche frita, café y licor. El precio ronda los 40.00 € por persona, y su relación con la calidad esta bien.

   Lo mejor, ha quedado claro y cristalino,  lo peor, el local lleva al menos diez años sin acometer reforma o mejora alguna, su apariencia es clásica, más propia de el próximo "Ocio a los 50", no obstante, recomendable, sí, volvería, sí.

Cena de Navidad en el Restaurante La Finca de Leganés.

   En la Plaza Alcalde José Manuel Matheo Luaces de la Urbanización Arroyoculebro o Parque Polvoranca de Leganés, se encuentra el Bar-Restaurante La Finca.

   Probablemente posea el mejor local del barrio, pero su plato fuerte es que en su planta baja esconde un amplio salón, con elegante mobiliario y decoración, que le convierten en una muy buena opción para celebrar comidas o cenas de grupos, demorando la sobremesa con una copa.

   En esta ocasión hemos liado a Juan, uno de sus responsables, para que nos preparara un menú especial y celebrar un grupo de amigos la cena navideña. 

   Hemos compartido champiñones rellenos, gulas salteadas, gambones y navajas a la plancha, entrecot o lubina, finalizando con una selección de postres al centro.

    Lo mejor, la comida y la compañía. Lo peor, esperar 12 meses para la siguiente.

   

 

Paseo navideño por el centro y cena en La Martina, Madrid.

   Una vez más es Navidad,  y de nuevo te guste o no te guste, lo cierto es que hay que darse un paseo por el centro de Madrid, disfrutar de su iluminación nocturna,  ver el árbol de navidad de Sol, llevar a los niños a ver Cortilandia, gastar algo de dinero en el mercadillo de la Plaza Mayor, comer un bocata de calamares y montar en el tiovivo.

   De igual modo no es menos cierto que nos comportamos como borregos, aguantamos un Metro repleto de usuarios en fin de semana, una calles peatonales impracticables, pagamos un precio desorbitado por unos cuernos de reno que se iluminan  y que no volveremos a usar en la vida, cantamos una canción que propone El Corte Inglés, que se grabará en tu memoria a fuego, pero si tienes niños, no puedes plantearte ni por un momento mostrar tu cara de amargado.

   Aunque también puedes plantearte que estés equivocado, que el mundo gire bien y tú estés nadando contra corriente. Si en Navidad sólo eres capaz de ver una bombilla iluminada, de oír una canción de una cadena de centros comerciales y de oler calamares, vas mal. Recuerda que igual es familia, amistad y generosidad.

   Si no te he convencido, al menos recuerda que este año puedes sustituir los calamares por unas buenas cañas y tapas en La Martina, situado en la Cava Baja 10 de Madrid, local acogedor con dos pequeños salones o "guas", como dice su dueño. Aunque presumen de sus tostas y tartas, reconozco que lo que hemos  probado es su tabla de ibéricos y su pasta con albahaca, en cualquier caso, buenísimo. No cometas el error de salir sin probar un mojito o caipiriña diferente, de momento solo hemos testado,  el mojito de fresa y la caipinegra, ambos aprueban con nota.

   P.D.  El camarero que nos atendió, un tío bueno de dos metros, aunque no le encontrarás todos los días, y su mujer preciosa. Andrés, María,  un beso.

   

Escapada a Ávila, con o sin niños.

   Escápate a Ávila, con o sin los niños, esta villa conjuga el encanto de una pequeña localidad en la que tomarse las cañas en la plaza del pueblo y la grandeza de una ciudad monumental declarada Patrimonio de la Humanidad.

   Me temo que por alguna extraña razón fuerza a repetir. Desde la primera escapada han pasado muchos años, desde ésta, con menos de 20 años, alojados en el Hostal San Juan, habiendo llegado en Renfe, y con el dinero justo para decidir si se cañeaba o se comía, hasta la última, con dos niños y alojados en el Parador de Ávila, se han sucedido diversas visitas, de día o de fin de semana, solteros o casados, con amigos o solos, en verano o en invierno, y en todas ellas la misma historia, buenas cañas, buenas tapas, excelente decorado y mejor gastronomía.

   En esta ocasión la estancia ha sido en el Hotel Palacio de Valderrábanos, situado en el centro, junto a la Catedral, tan solo mencionar que no merece las cuatro estrellas que tiene reconocidas, aunque esta enclavado en un buen lugar para patear la zona histórica.

   Si lo que desea es conocer su conjunto histórico artístico visita su web, encontrarás tres portales diferenciados de turismo. Si tu interés está en las otras catedrales, mi experiencia es la siguiente, de cañas y tapas desde la Plaza del Mercado Chico a la Plaza de Santa Teresa, obligatorio La Bodeguita de San Segundo, en la calle San Segundo 19, para comer o cenar, con excelentes vistas a la muralla, el Restaurante El Almacén, situado en la Carretera de Salamanca 6, te sorprenderá su carta de más de 1.000 vinos. Si ha habido suerte y estás sin enanos finaliza tu escapada  tomándote una copa en el Café Teatro Delicatessen, buen ambiente y decoración vintage de suelo a techo.

   Gracias a Tamara por recomendarnos La Bodeguita, y a Ángel, abulense adoptivo, por aconsejarnos El Almacén, sin duda, volveremos.