Junto a esta oficina, la noria del puerto de Málaga te
ofrece una vista panorámica de la ciudad que te acerca a cada uno de los puntos que te
detallaremos a continuación.
Comienza por la conocida Calle Larios, vía peatonal y principal
zona de comercio, hasta llegar a la Plaza de la Constitución. Desde aquí puedes
acercarte al Museo Carmen Thyssen Málaga,
ubicado en el Palacio de Villalón, del que aunque no visitamos, presumen de
obras de artistas españoles, en su mayoría andaluces.
En la zona te encontrarás indicaciones a tu visita obligada a la Catedral.
Desde aquí a la Alcazaba, palacio
fortificado de los antiguos gobernantes musulmanes, y al Castillo de Gibralfaro, fortaleza que contenía el faro de la
ciudad, pasando por el conservado Teatro
Romano.
Dos museos nos proponen como
punto y final a esta visita, Museo Casa Natal, donde se muestra una colección
permanente de obras de Pablo Ruiz Picasso, y el Museo Picasso Málaga, donde
igualmente se exponen obras del artista malagueño.
Por el camino no tendrás más
remedio que hacer una parada para probar su gastronomía. Presumen de ajoblanco
y gazpacho, de pescados como el bacalao y el atún, de carnes como el rabo de
toro, y de postres como los roscos y las tortas, pero lo cierto es que nuestra
simplicidad nos llevó al típico “pescaito frito”.
Un día largo y duro, dependiendo
del calor que te toque en suerte, pero una ciudad muy interesante que parece
imposible que te deje indiferente.
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